lunes, 7 de mayo de 2007

le 5 Mai

El 5 de Mayo de 1862, la milicia de Ignacio Zaragoza en Puebla logró repeler un ataque de las fuerzas expeditorias del emperador francés Napoleón III...

145 años después un mexicano en territorio francés celebra de manera un tanto inusual tan venerada fiesta nacional.

A primera hora del día (literalmente, 00:00 hrs del 5 de Mayo en Francia), me encontraba probablemente bailando reggaeton después de haber ido a un bar con una amiga francesa (Bárbara, aparece en el blog de Chambery) donde he pedido al Dj música latina... que terminó siendo un poco de daddy yankee, juanes y celia cruz. Antes hemos tomado Corona para no dejar abajo al país (pues ella es mexicana honoraria al ya saber cómo utilizar el wey a la perfección jaja).


Después hemos ido a otro lugar, Maracaibo, pero estaba demasiado lleno y nosotros bastante agotados.

Al otro día celebraríamos en el edificio preparando Tartiflette, especialidad Savoyard a base de patatas, queso reblochon, cebolla y lardons.

Me he ido con el buen francés Jeremie a hacer las compras de lo necesario para nuestra cena francesa del 5 de Mayo; al salir nos hemos topado con un grupo de manifestantes a favor de Sarkozy, candidato de derecha para la presidencia francesa (quien por cierto hoy ha sido declarado ganador... a huevo), y conseguimos unas camisetas.


Sólamente tenían xxl, suficiente para hacer un poco de publicidad... bien, nada como apoyar a la derecha francesa en 5 de Mayo.

Ahora teníamos que preparar la Tartiflette, que ni los franceses sabían en verdad cómo hacer; conocían el método pero sería su primer intento.


Comenzamos los preparativos - yo en verdad no hice mucho pues estaba tomando fotos y aprendiendo de todos jaja, no quería enfocarme en ver nada más una parte del proceso sino todo en conjunto como buen Ingeniero Industrial - y pude realizar una pequeña evaluación entre la mano de obra francesa y la mexicana.


El trabajador francés es un poco lento y dedicado, brindando en este caso cebollas picadas de alta calidad. Tiene experiencia y conoce el resto de los pasos por los cuales pasará su producto hasta convertirse en la deliciosa Tartiflette.


El buen paisano Maurice, mexicano cachanilla, no tiene ni puta idea de qué van a hacer después con las papas; él sabe que tiene que cortarlas en rodajas y lo hace velozmente aunque sin importarle mucho el que terminen de forma triangular (eso si tenía suerte... había unas demasiado horribles como para describirse).

Pero bien, como dice el gallo gaulo Nicolas Sarkozy, Ensemble tout devient possible; nuestro producto final terminó siendo la consumación de tan certera frase.


Pues eso, como hace 145 años, la derrota de los franceses...

Comandante Felipe Calderón, misión cumplida... Mano Fuerte contra el imperialismo francés.

1 comentario:

MaUrIcIo dijo...

Protesto...para empezar esta victoria no habria sido posible sin el apoyo del gran Gral.Maurice..osease yo..en segunda...las papas fueron las mejor picadas de toda la maldita tratiflette jaja..en dado caso lo que mejor describe la actitud mexicana....es tu jaja...es la hueva que te la pasaste tirando mientras todos trabajamos...eso es en verdad mexicano, jaja ciao au revoir.